lunes, 13 de junio de 2011

Las crónicas de Martita I: de madre novata a mujer madura con pocas pulgas (o veterana intolerante, como prefieran ustedes)

         Gracias Maitena por la foto!!
Crónica 1
Es factible, que lo que estoy a punto de escribir (al igual que todo lo que expreso en la vida) vaya en contra de lo que piensa la mayoría de las personas. Estoy acostumbrada. En general cuando mis ojos perciben algo cuadrado, el resto del mundo lo percibe redondo, cuando yo lo veo verde, la multitud lo ve rojo. Con lo cual, es muy factible que mi mirada sobre el mundo esté muy alejada de la realidad objetiva de los hechos. Pido disculpas por ello, pero a pesar de haberlo intentado insistentemente, es la única visión de la que soy capaz).
Sin embargo, si voy a escribir, debo ser sincera, y confesarles, que  lo mas grave del asunto, consiste en que en lo más profundo de mi ser, no estoy totalmente convencida de que mi visión sobre ciertas cosas resulte distorsionada, sino que por el contrario, casi tengo la certeza, de que  el resto del mundo ve poco y a muy corta distancia (lo cual ya suena poco creible, lo sé).
Por lo tanto, resumiría en tres, las posibilidades de esta situación personal: o soy una soberbia o estoy en un brote psicótico permanente, o bien, (y esta es la opción que más me gusta), soy alguien que cuenta la versión políticamente incorrecta de las cosas, esa que no tiene buena prensa y que la mayoría de las personas se encarga de no mostrar. No sé cual de las tres sería la mejor opción, pero aquí voy.

Resulta que Martita (que vengo a ser yo, pero no lo divulguen), con mucho amor y convicción, gestó y parió a sus hijos. Los crió más o menos bien (teniendo en cuenta sus propias aptitudes psicológicas, que como ya relaté, resultan bastante dudosas).
Llegó el día (que aún recuerda nítidamente), en el que correspondía  elegir jardín de infantes para los niños. Así pues, Martita hizo la recorrida pertinente. Lo único que evaluaba a la hora de optar y decidirse por alguno, era que la institución elegida, brindara a sus hijos un ambiente donde lo pasaran bien, jugaran, socializaran y se divirtieran. La ilusa pretendía que sean felices!!.
Por otra parte, mientras estuviesen dentro de la Salita Azul, los protegería de su propia locura, la que se disparaba indefectiblemente,  luego de escuchar el quincuagésimo “MAMAAAAA” del día.
A decir verdad, si los niños aprendían ingles, cocina, música o mandarín, a Martita le importaba muy poco. Solo concebía esos “combos” que se le ofrecían, como áreas de estimulación cognitiva, lo cual consideraba muy necesario. Estimular la cabeza y desarrollar un sentido de pertenencia y aceptación social, DOS GARANTIAS DE SALUD MENTAL!! Ya habría tiempo para aprender a sumar, reconocer las letras del alfabeto griego o leer a Borges. Pero la formación como personas en términos psicológicos, se plasman en los primeros años (al menos eso le había explicado una terapeuta de confianza).
Las cosas fueron más o menos bien. Los chicos participaban en todos los actos escolares y Martita, cumplía con toda la sarta de pelotudeces (perdón, pero no hay palabra en mi acotado vocabulario que lo exprese mejor), que le solicitaban en el jardín.
Por supuesto, todas cosas requeridas siempre de un día para otro,  en el hermoso cuaderno a lunares color púrpura claro, que con tanto amor había forrado y que leía indefectiblemente al regresar de su trabajo, horario en que por lo general, ya no dejaba tiempo (ni fuerzas) para ir a comprar nada a ningún lado. Recuerdo el día, en que al abrir el cuaderno, siempre con cierto terror de lo que podría encontrar, Martita leyó la siguiente nota: “Mami, (siempre te llaman así las maestras, como si no fueses otra cosa más que mami), para mañana – continuaba la nota-  necesito una caja de televisor grande, en lo posible de 29 pulgadas”. Como si Martita comprase un televisor nuevo todos los días o como si a las 10 de la noche tuviese la posibilidad de salir cartonear a ver que encuentraba!!).
Pero sigamos. La “mami” era joven en esos tiempos, estaba entusiasmada con su nuevo rol y su paciencia aun estaba intacta, con lo cual disfrutaba de ver a sus hijos vestidos de hormiguita para el acto del dia de la raza, (disfraz que por supuesto rezaba por conseguir en una casa de cotillón, pues Martita no sabe coser ni un botón!!).
Asimismo, también la llenaba de gozo escucharlos cantar La Tortuga Manuelita y era aún más feliz, al compartir con los niños y la maestra (otra niña más), las clases abiertas de “Huerta Orgánica” a las que debía asistir, aun si para ello hubiese que faltar al trabajo.
Y si ni ella ni el padre podían concurrir a cocinar tortas fritas “en familia” un viernes a las 10:45 de la mañana (día bien cortadito al medio, o crees que te la iban a hacer fácil!!), ahí mandaban a la abuela, no vaya a ser cosa que el chico se sintiera abandonado y ello dejara huellas irreparables en su psiquis en formación .
Yo creo que durante esa época, Martita hizo casi todos los deberes (ya hablaremos en alguna ocasión de lo que no hizo). Pregunto entonces, habrá logrado Martita su principal objetivo, aquel de sentar las bases que contibuyan a formar niños sanos y felices????
Creo que CONTINUARÁ
seriale tv

9 comentarios:

  1. Me encantó... me identifico con el rol de la maestra jardinera aunqeu juro que pido solo medias rotas y de una semana para otra!!!! jejejjee
    Laura U.

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  2. Tus historias dan una pauta para la reflexiòn y eso me gusta.

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  3. Gracias Alex@, me alegro que te guste!!

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  4. Laurita, si las "seños" solo me hubiesen pedido medias, quizas yo no hubiese quedado tan traumatizadaa!!

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  5. Quizás, solo quizás, era yo una de esas despiadadas que pedían boludeces para el jardín, pero la verdad es que "nobleza obligaba", supongo que con los años te habrás dado cuenta que eso pedidos "iconvenientes" para mí también eran sin sentido, me dá miedo seguir leyendo sobre la infancia de tus hijos!!!!!! ja ja

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  6. Lore!!!, te juro que siempre te tuve en otro lugar!!! y vos lo sabes, sino no hubieras sido una invitada especial en el 15 de Mica!! Siempre recuerdo de vos que eras una de la pocas que los tratabas y les hablabas "normal", jaja, como si fueran personas!! Creo que ya te lo dije alguna vez, cuando te vi llegar el primer dia, lo primero que pense fue: "y esta nena va a ser la maestra de mi hija!!!" Y sì, eras y no sè si por ser la primera, pero creo que fuieste LA MEJOR!!! Los Martinez te queremos mucho!!!

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  7. Segui Gaby,segui,que vas descubrir todas las seguidoras que comparten tu escrito.
    Ademas, casi todas las madres, conocieron a la regaladora, y a muchos mas personajes...de los que hablas.
    solo que antes, la seño era la Señorita,los Papis los Padres y los cumples,cumpleaños.

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  8. Gracias tere!!! Seguiré compartiendo experiencias vistas desde un punto de vista muy particular!!

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  9. Lore, genia incomparable!!! Los chicos aprendieron a decir tu nombre antes que nada!! Te amaron desde que te conocieron y nosotros sus padres tambien.

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